Opinión… «Baterías De Litio Para VE: Una Inquietud Infundada?»

En nuestros últimos posts hemos hablado largamente sobre cómo promover la implementación de la electromovilidad y cuáles son las barreras disuasorias para el comprador potencial. Entre ellas se encuentran el precio del vehículo, la percepción de una autonomía insuficiente de las baterías y la falta de suficientes puntos de carga pública para garantizar la recarga en todo el territorio. Todos estos recelos resultaron ser infundados y una cuestión para que los concesionarios de automóviles se conviertan en asesores capaces de dar explicaciones detalladas a sus clientes. Así, el papel del asesor comercial se vuelve esencial para disipar tales inquietudes. Con la creciente concienciación de la necesidad de preservar el medio ambiente, los consumidores potenciales de automóviles eléctricos también siguen preguntándose si este cambio a la tecnología eléctrica será realmente respetuoso con el medio ambiente. Esta preocupación centrada en las baterías lleva a preguntarse qué les sucederá al final de su vida útil y si sus desechos representarán un peligro para el medio ambiente o si, por el contrario, como en el caso de la autonomía de las baterías, es infundada. Anna Mª Francino, Business Development, CityVitae

Sabemos que las baterías para vehículos eléctricos tienen hoy en día una vida inicial de 500.000 a 1.000.000 km, dependiendo de la marca y el modelo.

 

Cuando se produce un deterioro y su rendimiento cae hasta el 80%, estas baterías se reutilizan para el autoconsumo, como almacenamiento de energía para los paneles solares en los hogares o en la industria, por ejemplo, prolongando así su vida útil en aproximadamente 20 años.

 

Una vez finalizada esta utilidad, las baterías pueden ser recicladas hasta en un 90%. En otras palabras, las baterías fabricadas hoy en día, después de una vida útil de aproximadamente 30-40 años, pueden ser recicladas en aproximadamente un 90% y la industria se está desarrollando para alcanzar el 100%. Para que se hagan una idea, un ordenador moderno puede ser reciclado en un 93%, un vehículo de combustión interna en un 80%.

 

En la Unión Europea, sólo el 5% de las baterías de litio en el mercado son actualmente recicladas. ¿Por qué? El bajo número de baterías recogidas, la variabilidad del precio del litio en el mercado y el alto coste del proceso de reciclaje son algunos de los factores que explican la baja tasa de reciclaje de los últimos años.

 

Sin embargo, según la legislación de muchos países y también según las leyes europeas, las baterías de los vehículos eléctricos no pueden conservarse en casa ni incinerarse y son los productores de vehículos eléctricos los que deben asumir los costos de la recogida, la gestión y el reciclado, para lo cual pueden construir sus propias instalaciones o establecer alianzas con operadores especializados.

 

Por ello, los fabricantes de vehículos eléctricos están poniendo en marcha numerosas iniciativas destinadas a reutilizar primero y luego a reciclar las baterías de los vehículos eléctricos.

 

El último ejemplo procede de China, donde General Motors se ha asociado con el fabricante local SAIC para poner en marcha una estación de baterías de vehículos eléctricos, con el fin de aprovechar el creciente número de paquetes que llegan al mercado al final de la vida útil del vehículo por motivos como el desgaste o los accidentes, o también de los prototipos fabricados para el desarrollo de nuevos modelos que no pueden circular legalmente una vez finalizada su fase conceptual.

 

Es el caso de esta iniciativa ubicada en la provincia de Guangxi, que utilizará las baterías del económico Baojun E100, un coche eléctrico urbano de bajo coste desarrollado entre General Motors y SAIC, que cuenta con una pequeña batería de 19,2 kWh y que en China tiene un coste antes de la ayuda que comienza en 7.000 euros.

 

En total han montado una instalación que tiene una capacidad de 1.000 kWh y 250 kW de potencia, suficiente para abastecer las necesidades de un promedio de 100 hogares durante un día completo, o para apoyar a un gran número de residentes si hay un problema con la red eléctrica.

 

También servirá para almacenar el excedente de energía renovable, lo que reducirá el costo de la factura de electricidad para los residentes de la zona, y disminuirá la carga en las horas punta de la red eléctrica.

 

¡Qué gran ejemplo de economía circular! Hay una reducción de las emisiones tanto durante la vida del vehículo como durante la producción y el reciclaje de sus baterías.

 

La conclusión es que ya existe una tecnología para prolongar la vida útil de las baterías de los VE, reduciendo la necesidad de extracción y procesamiento de materias primas como el litio, y que esta tecnología avanza constantemente en la búsqueda de nuevos procesos de producción y nuevas materias primas menos escasas y menos contaminantes.

 

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Anna Mª Francino, Business Development, CityVitae

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